Desde la creación y la expansión
masiva de Internet se empieza a producir una carrera empresarial por aprovechar
la red y adaptarse a las nuevas formas de llevar a cabo el negocio. Este
fenómeno de búsqueda de la innovación no
es algo intrínseco a Internet, ni mucho menos, sino que viene dado por el
carácter propiamente empresarial y del libre mercado. En definitiva que, casi por
definición, una empresa tiene que innovar. La diferencia de esta etapa con
respecto a las grandes otras anteriores es que topamos con un nuevo espacio de
comunicación, un nuevo espacio de ventas y de mostrarse al público, que es
Internet.
En esta etapa, la distribución
empieza a tomar capital importancia. Si en el modelo tradicional –antes de
Internet- la distribución era de forma lineal el siguiente paso de la
producción, ahora se plantean como sectores diferentes [1]. Puede trabajar de forma
independiente debido a la flexibilidad que permite a la empresa. En todos los sectores ha habido un crecimiento de empresas emergentes que han
desbancado a otras tradicionales por no haberse sabido adaptar correctamente al
nuevo modelo o las nuevas exigencias. O simplemente, porque una de las empresas
ha llevado a cabo una forma revolucionaria que ha acabado por superar a la de
la competencia.
En esta línea podemos decir que
Internet ha sido realmente disruptivo en dos sentidos: permitiendo nuevas
posibilidades en la información o publicidad, en todas sus formas, de las
empresas y la comunicación con el cliente y, en segundo lugar, actuando como
nueva plataforma para otros negocios que tienen su objeto en el propio soporte
tecnológico de Internet.
En cuanto a la venta de
productos, hay múltiples modelos y formas de almacenarlos y distribuirlos. Sin
embargo, me centraré en un tipo de plataforma y modelo de venta que tiene su
base específicamente en Internet y es en este sentido totalmente rompedor: el
comercio electrónico (o e-commerce).
Era el primer método de venta
exclusivamente efectuado por la red. A través de la web: el producto se
publicita o se muestra al potencial comprador, se efectúa la transacción
monetaria y el vendedor da la confirmación de la compra y las condiciones de
distribución.
Pese a las ventajas como el
alcance global, la ubicuidad y sobre todo la comodidad, desde el principio ha
tenido como principal barrera la desconfianza de un amplio sector de la
sociedad. No ver físicamente el producto que adquieres, tener que hacer el
ingreso dando los datos de la tarjeta de crédito y la desconfianza sobre si el
producto llegará, el estado del mismo y la garantía son las trabas más comunes
que encuentra mucha gente. No obstante y tal y como se encargan de subrayar los
expertos y empresarios del comercio electrónico, muchos de esos temores son
infundados ya que el sistema está en continuo crecimiento y ya es totalmente
seguro. Así lo afirma Rafael Torres,
director general de Mercado Actual
(empresa española que vende a través de Internet productos tecnológicos,
de imagen y sonido): “los nuevos consumidores pueden estar tranquilos porque
tanto la tecnología actual como la legislación española, muy exigente en la protección,
trabajan a su favor”. [2]
Lo más importante, sin embargo,
es elegir webs fiables, ya que no faltan los casos de fraude y las estafas. El
peligro de este recelo está en que dificultan la entrada en el mercado de
nuevos negocios, más modestos, de los que el comprador tenderá a fiarse menos.
Por otro lado y por si se nos olvida que Internet es el reflejo de la vida “real”,
otros casos de intervención judicial se han dado por evasión de impuestos [3]. No
obstante, el control está aumentando debido a la creciente relevancia que está
cobrando el comercio electrónico y en general el flujo de dinero a través y
debido a Internet. Como todos los ámbitos relacionados con la red, se requiere
de nuevas regulaciones para realidades antes inexistentes y existe el riesgo de
coger desprevenida a la ley e incluso de ganarle la partida aprovechándose de
esta novedad que imposibilita la legislación tan inmediata.
Como empresas emblemáticas
tenemos a Amazon, una de las pioneras, y a eBay, que apostó por otro modelo de
compra-venta: el de las subastas.
Ambas se han consolidado como
grandes empresas que han absorbido a otras tantas, de las que cabe destacar
algunas de ellas, ya que es muy ilustrativo. EBay posee desde 2002 PayPal, multinacional
que permite la transferencia de dinero entre usuarios con correo electrónico [4]. Lo
cual evita dar los datos de la tarjeta de crédito en cada pago y crea un fondo
a través del cual se efectúa la transacción. Tuvo un crecimiento meteórico en
sus inicios, entre un 7 y un 10% al día entre enero y marzo de 2000 [5]. Por su
parte, Amazon es propietaria de Internet Movie Database (IMDb), la
célebre base de datos digital de películas y el 5 de agosto de este año el
propietario de Amazon [6], Jeffrey Bezos, compró ni más ni menos que el diario The Washington Post por 250 millones de
dólares [7]. Esto sin da una idea de la magnitud en términos económicos del asunto.
También dice mucho el carácter multi-sectorial de estos grandes grupos
empresariales, que agrupan empresas de muchos ámbitos y se convierten en
importantes corporaciones.
Con unos abanderados tan potentes
y un mercado en alza, el comercio electrónico sigue disfrutando del crecimiento
y consolidándose en la vida cotidiana. No en vano generó en 2011 unos ingresos del
calibre de 9.200 millones de euros en 2011, de hecho un 25% más que el año
anterior, según un estudio promovido por Ametic, la patronal tecnológica [8]. Lo
que estamos viviendo ahora es la internalización de productos hasta entonces
relegados a la venta local. Podemos estar en Houston y pedir un jamón de Teruel
a la empresa de barrio que ha decidido lanzarse a la venta online, lo cual
antes ni se podía plantear.
[2] http://noticias.lainformacion.com/economia-negocios-y-finanzas/equipos-de-telecomunicaciones/miedo-a-comprar-por-internet-lee-a-estos-expertos-y-veras-por-que-no-debes-temer-nada_ih8f0mOdfe6XsITK1N6FA1/
[3]http://www.larazon.com.ar/economia/Comenzaron-controles-Internet-sitios-bloqueados_0_517200185.html
[4] http://es.wikipedia.org/wiki/PayPal
[5] http://www.wired.com/wired/archive/9.09/paypal.html
[6] http://es.wikipedia.org/wiki/Amazon.com
[7] http://www.abc.es/medios/20130805/abci-amazon-washington-post-201308052259.html
[8] http://cincodias.com/cincodias/2013/03/08/emprendedores/1362745834_286456.html
[3]http://www.larazon.com.ar/economia/Comenzaron-controles-Internet-sitios-bloqueados_0_517200185.html
[4] http://es.wikipedia.org/wiki/PayPal
[5] http://www.wired.com/wired/archive/9.09/paypal.html
[6] http://es.wikipedia.org/wiki/Amazon.com
[7] http://www.abc.es/medios/20130805/abci-amazon-washington-post-201308052259.html
[8] http://cincodias.com/cincodias/2013/03/08/emprendedores/1362745834_286456.html
Jorge Dobón Mascarell